Un ‘ángel’ menospreciado

La dos veces MVP de la Copa de la Reina, Angelica Robinson, se ha convertido en la temporada y media que lleva en el Perfumerías Avenidas en una jugadora de primer nivel

Que a Angelica Robinson (Montana, Estados Unidos, 1987) todos en el Perfumerías Avenida la llamen Angel no responde solo a un apócope. Ni siquiera se debe solo al peso decisivo que la norteamericana ha adquirido en el equipo en la temporada y media que lleva en Salamanca. "Una persona extraordinaria", "transmite sobre la cancha como nadie", "una ganadora nata" o incluso "es un encanto" son frases que, en boca de diferentes miembros del equipo, explican mejor por qué la dos veces MVP de la Copa de la Reina de baloncesto recibe ese nombre.

La pívot llegó a la Liga Femenina española como una jugador que había destacado en cada uno de los destinos en que había jugado, pero, quizá por no haber visitado aún la WNBA, no era considerada una jugadora top. "Fue muy sencillo ficharla. A ella misma le llamó la atención que nos hubiéramos fijado en ella, y los representantes nos dijeron, punto menos: 'Si la queréis, ahí la tenéis", cuenta Carlos Méndez, director deportivo del Perfumerías durante los últimos 25 años, que asegura que su interés por Robinson fue in crescendo temporada a temporada, desde su desembarco a Europa en el portugués Alges en la temporada 2010/11 —venía de formarse en las Bulldogs de Georgia en las categorías universitarias—, pasando por su experiencia en el Girona —MVP de la fase regular con un promedio de 14 puntos y 11 rebotes por partido— y hasta su paso por la liga francesa en las filas del Tarbes, donde completó otra gran temporada. Méndez terminó de decidirse.

"Tiene un peso capital en el equipo por muchísimos motivos", explica Méndez por teléfono desde el autobús en que las pentacampeonas vuelven tras batir a Conquero, "no solo es muy regular con buenos números durante la teporada, es una ganadora de grandes partidos. Se crece. Festeja los puntos y se viene arriba, y tira del equipo con ella. Además, la integración fue genial desde el principio".